Son muchos los alimentos procesados de gran popularidad entre la población que suelen ser vendidos con un aporte nutritivo perfecto para nuestra dieta, pero sabemos de qué están hechos?
Sin embargo, la forma de prepararlos, en realidad, dista mucho de aquella que nos podemos imaginar. No tienes más que echar un vistazo a estos diez.
Palitos de cangrejo
Este exquisito alimento, que da sabor a nuestros guisos y ensaladas, no está hecho en realidad de cangrejo. Está compuesto por surimi, que no es otra cosa que un picadillo de “músculo de carne de pescado blanco”.
Para obtenerlo, se lavan y se mezclan diversos pescados repetidas veces (merluza, caballa, abadejo...). Después los enfrían y calienta repetidas veces, hasta que al final queda una pasta blanca a la que se le añaden conservantes, almidón, sal y otros edulcorantes no naturales. Esta pasta es congelada después y se le añaden colorantes para que el exterior quede rosado.
Gulas
Al igual que los palitos de cangrejo, están hechas de surimi, aunque no contienen tantos aditivos como estos. A la mezcla final se le añaden aceites vegetales, harina de trigo, soja, clara de huevo, tinta de calamar o de sepia y extractos de almeja. Aunque es completamente artificial, es bastante saludable por su gran contenido en proteínas y bajo nivel de colesterol y grasa.
Paté
Creemos que todos están hechos hígado de pato, pero la realidad no es esa, ni mucho menos. El paté se obtiene de una mezcla de vísceras animales (vaca, cerdo, pollo…) a la que se añaden harina, especias, leche y conservantes. A la mezcla se le añade un sólo poco de hígado para darle sabor.
El foie gras, sin embargo, está hecho íntegramente de hígado de pato, oca o ganso, a los que se alimenta de forma abusiva para hacerles engordar el hígado mucho más de lo habitual.
Quesos de untar
Estos alimentos son una bomba calórica para el cuerpo, y aumentan el colesterol y la hipertensión por su gran cantidad de sal. Están hechos a base de lácteos fermentados a los que se les añade leche, nata y una serie de aditivos y sal, a los que se les añade potenciadores de sabor.
Queso en lonchas
Son alimentos muy procesados que además se utilizan en exceso para platos de comida rápida y sándwiches. Contienen mucha sal y aditivos. Se elaboran a base de lácteos fermentados (a veces no procesados) y de queso, junto con colorantes artificiales que le dan ese aspecto amarillento de loncha americana.
Salchichas
Se realizan con una mezcla de carnes para nada apetecibles. Se utilizan partes del cuerpo de restos de animales, desde el cerdo a la gallina. Pueden añadir el estómago y el hocico del cerdo, además del labio e hígado de la vaca, o el bazo del cordero, por lo qeu la cantidad de carne que tienen en realidad es muy baja. También se les añaden una gran cantidad de potenciadores de sabor, colorantes, mucha sal y agua fluorada para darles su textura cremosa. El almidón, jarabe de maíz, colorante rojo, sodio y polifosfatos dan como resultado una mezcla realmente asquerosa.
Gelatina
Este alimento, tan querido por los niños es realmente saludable, aunque el polvito al que se le añade agua para después convertirse en lo que comemos, se obtiene a partir de una mezcla de colágeno de tejido de animales (piel o huesos triturados de cualquier parte del cuerpo), que se lavan con productos ácidos hasta que queda como resultado la oseína, una sustancia que debe mantenerse en cal entre unas 4 y 10 semanas.
Morcilla
Su componente mayoritario es la sangre del cerdo sin coagular. Primero se lavan las tripas del animal con jabón y limón para que no quede ningún olor desagradable y después de rellenan con la sangre, sal, azúcar, cebolla, ajo o arroz. Las tripas del cerdo y se hierven añadiendo en muchas ocasiones huesos de su cabeza.
Helados
Los más cremosos obtienen su textura de un aditivo llamado carragenina, extraído de algas marinas y del que se desconoce si es peligroso o no para la salud. Hielo, frutas, leche, cremas, yemas y aceites y grandes cantidades de azúcar y aditivos y colorantes, completan su receta.
Patatas Pringles
En 2008, el Tribunal Supremo de Gran Bretaña dictaminó que no eran patatas fritas, ya que contenían menos de un 50% de este alimento. Lo que más contienen son harinas, puesto que son fabricadas a partir de una masa que también contiene colorantes, aditivos, grandes cantidades de sal y aromas.
Si tienes dudas, acude a un Nutricionista cualificado que podrá asesorarte acerca de la composición de los alimentos que consumes a diario.
Fuente: ideal.es
Fabio Diez - PersonalPRO
Entrenador Personal - Nutricionista - Divulgador Nutricional